Tarde o temprano, nos topamos en nuestra vida con situaciones financieras difíciles de resolver por cuenta propia, haciéndonos sentir incapaces o ignorantes, pudiendo incluso afectarnos hasta llegar a angustiarnos. Ya sea por endeudamiento, problemas económicos, crisis financieras, preocupación por el futuro o simplemente descubrir que hemos estado trabajando hasta el cansancio y no tenemos tiempo para disfrutar la vida, cayendo en el círculo vicioso que el magnate de los negocios, Robert Kiyosaki, llama “La Carrera de la Rata”.
Para enfrentar y resolver sabiamente este tipo de situaciones relacionadas con el dinero, el ahorro y el consumo, es común escuchar o leer de expertos en el tema sobre la necesidad de incrementar nuestra inteligencia financiera. Pero, ¿qué es y cómo se logra? En este artículo, te lo explicamos. ¡Toma nota!
La inteligencia financiera es aquella capacidad mental que permite comprender y resolver diversas situaciones relacionadas al funcionamiento del dinero, para tomar decisiones que mejoren las finanzas personales. En otras palabras, la inteligencia financiera es aquella que nos brinda conocimiento y discernimiento sobre el mundo financiero que nos rodea, y nos capacita para tomar decisiones sabias. Esta inteligencia no depende de la cantidad de dinero sino de la forma en que lo administramos.
La inteligencia financiera es aquella parte de nuestro intelecto que utilizamos para resolver problemas financieros.”
Robert Kiyosaki
La inteligencia financiera nos permite resolver correctamente los problemas de nuestra vida financiera y nos capacita para tomar las oportunidades de crecimiento que vayan apareciendo. Así, podemos tener una mayor capacidad resolutiva de problemas sin perder la calma, mayor capacidad de control sobre nuestras finanzas y nos posibilita encontrar nuevas fuentes de ingresos o generación de dinero.
La inteligencia financiera no solo involucra conocer y tomar control sobre el dinero y su funcionamiento, sino también sobre nuestro comportamiento, emociones, anhelos y decisiones. Es decir, la inteligencia financiera también está relacionada a ser inteligente emocionalmente.
Desarrollar nuestra inteligencia financiera es una forma real y profunda de conocernos a nosotros mismos, madurar y crecer en todo sentido.
La inteligencia financiera es algo que se desarrolla y fortalece mediante la educación financiera. Lamentablemente, la educación financiera no es algo que se imparta naturalmente en la mayoría de las formaciones escolares, universitarias o incluso familiares. Debido principalmente a motivos históricos, sociales, educacionales y familiares, la mayoría de las personas cuenta con muy poca o nula inteligencia financiera para enfrentar su vida.
En este contexto, es fundamental buscar activamente educación financiera de calidad, que permita desarrollar una inteligencia financiera robusta y lúcida.
Uno de los primeros y principales síntomas de estar adquiriendo inteligencia financiera, es darse cuenta de que sabemos muy poco y necesitamos desarrollar el hábito de estar en constante descubrimiento y aprendizaje.
Actualmente, existen muchos lugares donde se puede encontrar educación financiera. Desde blogs, videos, podcast, etc. Sin embargo, en Activo Más, nos hemos propuesto cómo uno de nuestros objetivos centrales, crear y compartir recursos de educación financiera de alta calidad, tanto para nuestra comunidad de inversionistas como para todos aquellos que están interesados en el tema. Esta es nuestra contribución a todos ustedes.
“La inteligencia financiera se entrena, se busca, se aprende y se enseña”
Robert Kiyosaki
Así, puedes descargar de forma gratuita nuestro eBook de Educación Financiera, pasear por los diferentes temas de nuestro blog o incluso (próximamente) entrar en nuestra academia Activo Más, para que aprendas de temas como los Activos, los ingresos pasivos, las inversiones, la libertad financiera, etc.
De esta forma y, con la ayuda de nuestros asesores, estarás a un paso de alcanzar la tan anhelada libertad financiera que siempre has soñado.
Invertir en ti mismo, principalmente en tu propia educación y desarrollo personal, siempre será el mejor tipo de inversión. Tu mente es tu principal activo.