¿Por qué siento que trabajo hasta el cansancio y al final no me alcanza para nada?
¿Por qué siempre tengo temor a perder control sobre mis finanzas personales?
¿Hasta cuándo tendré que trabajar para conseguir mis sueños?
¿Realmente se puede lograr la libertad financiera?
Si alguna de estas preguntas te identifican, es muy probable que estés dentro de la llamada “Carrera De La Rata”. En este artículo te explicaremos qué significa estar en “la carrera de la rata” y cómo escapar de ella. ¡Toma nota!
Para comenzar, es importante entender que nuestra situación financiera es un resultado que se origina en nuestra mentalidad. Es decir, nuestros actos y decisiones reflejan nuestra forma de pensar y entender la vida. Por eso, si queremos mejorar nuestras finanzas personales, debemos partir por examinar nuestras decisiones y averiguar qué tipo de mentalidad financiera hemos estado desarrollando y alimentando.
Si entregamos una serie de tips prácticos tales como: realizar un presupuesto detallado, llevar un control de gastos o mantener capacidad de ahorro, serían poco provechosos si no atacamos el problema de raíz: nuestra mentalidad.
Nuestra situación financiera es un resultado que se origina en nuestra mentalidad. Entender esto es la “llave maestra” que abre la puerta y nos encamina a un verdadero crecimiento en nuestra inteligencia financiera.
El desafío entonces es renovar nuestra forma de pensar, examinar y derribar los “paradigmas” que nos transmitieron desde chicos, y buscar educación financiera de calidad. Así, podemos mejorar nuestra inteligencia financiera y, en consecuencia, cambiar nuestra actitud y decisiones que nos llevarán a la libertad financiera.
Un paradigma, en un sentido amplio, se refiere a una teoría que sirve de modelo a seguir para resolver, decidir o enfrentar situaciones, lo cual genera que se establezca un patrón de conducta.
Desde la antigüedad y principalmente en la revolución industrial, el paradigma respecto al funcionamiento del dinero que se ha establecido en la mayoría de las personas trabajadores es, en palabras simples: “Trabajar = Ganar dinero = Gastar”. Así, se establece un “círculo vicioso” interminable que limita la capacidad de conseguir una libertad financiera a cualquier trabajador. Este círculo vicioso es denominado como “La carrera de la rata” por Robert Kiyosaki en sus libros.
El establecimiento de este “paradigma antiguo” en la mente de muchas personas no es casualidad. Aunque parezca una generalización, la verdad es que esa es la forma que nos enseñan a vivir, no solo en los sistemas educacionales sino, más importante aún, en nuestros casas, donde crecemos.
Robert Kiyosaki describe en su libro “Padre Rico Padre Pobre”, la carrera de la rata o “Rat Race” como aquella situación financiera en la que, en la medida que aumentan los ingresos, aumentan a la vez los gastos en una misma proporción. Es decir, cuanto más se gana, más se gasta, dando la sensación de que el dinero siempre es poco y no hay forma de solucionarlo.
Entonces, buscamos un trabajo seguro para poder pagar la cuota del auto, la casa y las vacaciones. No podemos dejar de trabajar, porque nos hemos endeudado en estos pasivos que debemos pagar. Y para “sentir que nuestra vida financiera mejora'', compramos un mejor auto, una casa más grande y un viaje más lejos. Por tanto, una deuda más alta requiere buscar un trabajo que pague mejor, sin poder parar jamás.
Esta situación es capaz de generar una experiencia de constante lucha, sensación de infelicidad o incluso, depresión en algunas personas, por lo cual, es importante tener cuidado de ella.
La carrera de la rata es aquella situación financiera en la que mentalmente aceptamos que mientras más se gana, más se debe gastar, dando la sensación de que el dinero siempre es poco y no hay forma de remediarlo.
En este contexto, la mayoría de las personas se mueven en la vida de forma “condicionada” debido a que tienen un entendimiento demasiado simplificado respecto a cómo funciona, cómo se obtiene y cómo se administra el dinero. Lo que en otras palabras quiere decir que existe una falta tremenda de educación financiera.
En consecuencia, muchas personas pasan toda su vida trabajando arduamente para conseguir ingresos y comprar cosas que no necesitan. Finalmente, terminan sus vidas agotados, sin ingresos ni nada de lo que compraron para mantener un supuesto “estilo de vida”. Esta puede parecer una visión muy pesimista o negativa para algunos, pero en el fondo refleja una cruda realidad que afecta a muchas personas en Chile y el mundo.
En su premiado corto de animación “Happiness”, Steve Cutts retrata una crítica social que nos acerca a comprender mucho mejor la idea del concepto.
Kiyosaki demuestra a lo largo de su libro que manejar el dinero es una ciencia que no se enseña en las escuelas y por eso la mayoría de los padres enseñan a sus hijos a simplemente obtener una carrera y ser empleados, con lo que es difícil obtener buenos resultados financieros. Esto es un problema hereditario ya que es una “información obsoleta” que se enseña de generación en generación.
Por todo esto que hemos visto en este artículo, Kiyosaki hace énfasis en la importancia de conseguir educación financiera apropiada para poder escapar del círculo vicioso y aprender a tomar mejores decisiones que permitan alcanzar la libertad. Este tipo de educación no se da de forma natural en los establecimientos educacionales o en las familias, por el contrario, debe ser conseguida de forma activa e intencional.
En palabras simples, la educación financiera significa entender cómo funciona el dinero y cómo se administra. Con una buena educación financiera estaremos mejor preparados para comprender el mundo financiero que nos rodea, enfrentar situaciones, resolver de forma inteligente los problemas y aceptar oportunidades que se presentan para encaminarnos al éxito y la libertad financiera.
Debemos tomar conciencia de que la más importante inversión que podemos hacer es alimentar nuestra mente de conocimiento y sabiduría para crecer y tomar decisiones de forma inteligente. Nuestra mente es nuestro principal Activo.