Padre Rico, Padre Pobre: 5 lecciones que aprendemos del libro

Padre Rico Padre Pobre

clock Lo lees en 6 min

26 enero, 2021

 

El libro Padre Rico, Padre Pobre del autor Robert T. Kiyosaki, se ha convertido en uno de los best seller con mayor venta de todos los tiempos en materia de educación financiera. Y esto se debe a que muchas personas en todo el mundo han reconocido la experiencia, conocimiento, éxito demostrable y enseñanza aplicable que Kiyosaki entrega en este libro. Por eso, si estás pensando en aumentar tu conocimiento en educación financiera y aún no sabes por dónde partir, éste es el libro como gran opción. Recuerda que el mejor Activo que puedes tú tener, es tu mente. Por lo tanto, si aún no has leído este libro y quieres saber de qué trata, aquí te contamos un adelanto y te dejamos algunas lecciones que podemos aprender al leerlo.

¿De qué se trata el libro?

Kiyosaki, en su libro Padre Rico, Padre Pobre, hace una comparación entre dos padres. El primero, su padre biológico, quien tenía un doctorado en la universidad, y que ganó mucho dinero durante un tiempo; pero cuando murió, solamente dejó deudas e impuestos impagos a su familia. El segundo, es el padre de su amigo, con quien Kiyosaki aprendió a hacerse rico, aunque ni siquiera ese hombre había terminado sus estudios de preparatoria. El padre de este amigo, sin embargo, aprendió todo por cuenta propia y terminó muriendo como uno de los hombres más ricos de Hawái, dejando millones de dólares a su familia.

Kiyosaki demuestra a lo largo de su libro que ganar dinero es una ciencia que no se enseña en las escuelas y, por eso, la mayoría de los padres enseñan a sus hijos a simplemente obtener una carrera, ser empleados y ganar dinero para comprar cosas. Esto es un problema hereditario, es decir, una “información obsoleta” que se enseña generación tras generación. Por esta razón, Kiyosaki hace énfasis en la importancia de conseguir educación financiera apropiada para poder escapar del círculo vicioso y aprender a tomar mejores decisiones. A continuación, te dejamos cinco lecciones básicas que podemos sacar del libro Padre Rico, Padre Pobre. Con esto, sin duda, el objetivo es mejorar nuestra educación financiera.

1. La diferencia entre un activo y un pasivo

Lo primero, es aprender la diferencia entre estos dos conceptos. En palabras simples, un Activo es algo que mete dinero en tu bolsillo, mientras que un Pasivo va sacando dinero de tu bolsillo. Algunos ejemplos de Activos pueden ser acciones, propiedades para arrendar, negocios, metales preciosos, etcétera, mientras que los Pasivos son la casa en que vives, el auto que manejas, etcétera. Las personas que se enriquecen centran su interés en obtener activos, que aumentan de valor con el tiempo y generan flujo, mientras que las personas que se centran en comprar los pasivos, se empobrecen cada vez más.

2. No trabajar por dinero; que el dinero trabaje para ti

Las personas con inteligencia financiera invierten su dinero y encuentran formas para que su dinero trabaje para ellos y, por consiguiente, puedan generar más dinero. Por otro lado, existe un gran grupo de personas que están movidas por el miedo y el deseo. Por ejemplo, si una persona se mueve en base al miedo, trabajará más duro para poder pagar sus cuentas y, si le va bien y gana dinero, su deseo lo llevará a comprar pasivos o lujos que siempre quiso. De esta forma, este tipo de mentalidad impide que las personas piensen en invertir, ya que tienen miedo de perder su dinero y, finalmente, se dedican a gastar en cosas que con el tiempo de igual forma pierden su valor.

3. Entender los impuestos y la ley

Ganar mucho dinero no resuelve los problemas, si es que no se aprende a conservarlo. Kiyosaki explica que los impuestos fueron creados por el gobierno para gravar a los ricos y beneficiar a los pobres (mentalidad Robin Hood). Sin embargo, los ricos fueron más inteligentes y encontraron formas para agregar más valor al mercado por medio de sus empresas, tendiendo así beneficios tributarios para poder conservar su dinero sin la necesidad de tener que pagar demasiados impuestos. Las personas pobres o de clase media, ganan dinero, pagan impuestos y viven con lo que les queda; en cambio, la gente rica gana dinero, gastan todo lo que pueden y pagan impuestos de lo que les queda.

4. El miedo y la duda

Kiyosaki explica que cada persona nace con talentos, pero ese talento se suprime debido al miedo y la duda. No son necesariamente las personas inteligentes y educadas las que salen adelante, sino las audaces y aventureras. Hay personas que no pueden surgir, a pesar de tener mucho dinero, talento o estudios de postgrado; y se pasan toda la vida trabajando y luchando financieramente. Esto se debe a que existen oportunidades que no pueden aprovechar debido al miedo y la duda. La idea del autor es que la gente debe “crear su suerte” y, de igual forma, el dinero debe ser creado. Las personas que evitan el fracaso, a su vez, también estarán evitando el éxito.

5. No te concentres en tus ingresos, ¡concéntrate en tus activos!

Las personas con educación financiera construyen su columna de activos primero, para así, generar suficientes ingresos que les permitan disfrutar de pasivos o lujos. Por otro lado, hay personas que compran sus pasivos y lujos con su propio sudor y esfuerzo, por lo cual, estarán toda la vida trabajando para mantener ese nivel de vida. En otras palabras, si una persona con educación financiera quiere comprar un BMW, no lo compraría de inmediato, ya que primero debe adquirir activos, como bienes raíces y negocios que le generen ingresos que le permitan pagar la cuota de ese pasivo. Las personas que se enriquecen a largo plazo compran activos y, de esta forma, garantizan su futuro y libertad financiera.

Este fue un breve resumen de algunas de las lecciones más importantes que aprendemos en el libro Padre Rico, Padre Pobre. Si quieres profundizar más, ya lo sabes. Sólo debes consultar en el mismo libro. Y, si estás pensando en educación financiera e inversiones, ¡quédate en nuestro blog! porque aquí te aportamos un contenido útil que puede ayudarte grandemente para que logres sacar tus propias conclusiones.

Y no lo olvides... debemos recordar que nuestra mente es nuestro principal activo. ¡Revisa nuestro contenido de Educación Financiera

 

Nueva llamada a la acción