¿Por qué las tasas de los créditos hipotecarios están aumentando tanto?
¿Cuál es la razón que hay detrás de esta “crisis”?
¿Qué significa que suba la tasa de política monetaria?
¿Cómo se afectan las inversiones inmobiliarias?
¿Cómo podemos enfrentar esta “crisis” con inteligencia financiera?
Actualmente, este es el tipo de pregunta que nos hacen nuestros clientes prácticamente todos los días. Muchos viven asustados por lo que dice la prensa y leen en los medios. Pero la verdad es que este tipo de “crisis” (por llamarlo así) ha pasado antes y muchas veces.
¿Cuál es la clave? Todo depende de la mentalidad con que cada persona aborda estas “crisis”. Antes que todo, es fundamental entender que durante las crisis, siempre aparecen las verdaderas oportunidades.
En nuestro país también se han vivido problemas particulares. Debido al estallido social y crisis política, la que generó un aumento en el desempleo y que muchos emprendedores que no lograran prosperar en sus negocios, el gobierno se vio en la obligación de ayudarlos a sobrepasar esta etapa de alguna manera. Así es como llegaron los famosos retiros de la AFP y bonos como el IFE. Pero, al inyectar este capital al mercado, se acentuó la inflación que ya venía aumentando.
Todo esto también se suma a la discusión por la nueva constitución, lo que ha traído incertidumbre política, disminución de inversión en nuestro país y ralentización de crecimiento económico.
Para poder controlar la situación de forma rápida, el Banco Central tomó la medida de aumentar sus costos de fondo, aumentando la tasa de política monetaria. El efecto de esto sobre los bancos es el aumento de las tasas para solicitar créditos hipotecarios.
En consecuencia, al ser más difícil calificar a un crédito, se disminuyen las posibilidades de las personas para acceder a estos, reduciendo la inyección de capital al país por ese medio, ya que se presta muchísima menos plata que antes.
Dado que el acceso a crédito es más restrictivo, las ventas de las inmobiliarias también se ven afectadas dado que menos personas pueden comprar. Es aquí dónde los reales inversionistas aprovechan los descuentos y facilidades de pago que entrega el mercado puesto que es la única forma de que las inmobiliarias puedan vender su stock: bajando sus precios, entregando beneficios y oportunidades para comprar más barato.
Por otro lado, a raíz de que menos personas puedan comprar, la gente está obligada a arrendar, aumentando la demanda de arriendo considerablemente. En efecto, los más beneficiados son las personas que sí califican a un crédito, pensando en inversión inmobiliaria.
En efecto, los más beneficiados son aquellas personas que sí pueden calificar a un crédito pensando en inversión inmobiliaria.
Como es lógico, la demanda por arriendo de viviendas sube en gran cantidad, y con ello también suben los precios de los arriendos. Esto da la oportunidad a quienes pueden acceder a una propiedad pensando en inversión, ya que va a tener una alta demanda por arriendo y a buenos precios.
Dejar los ahorros en la cuenta corriente o debajo del colchón, por temor, es lo peor que alguien puede decidir en estas “crisis”.
Además, algo fundamental en este contexto es invertir en propiedades, lo que permite permite resguardar el capital de la inflación al invertir en UF y conseguir un aumento de valor por plusvalía. Dejar los ahorros en la cuenta corriente o debajo del colchón, por temor, es lo peor que alguien puede decidir en estas “crisis”.
Hay que recordar que todo en esta vida es cíclico y las tasas de interés no son la excepción. En la historia, siempre han habido periodos donde suben y otros donde bajan, y todo esto siempre se va regulando con el mercado. El negocio de los bancos es dar créditos, y como no ganan con medidas muy estrictas, de todas maneras tenderán a volver a las condiciones anteriores, en donde las tasas eran muy bajas y los porcentajes de financiamiento y plazos eran mayores.
Esto tiene que ver mucho con la paciencia también, porque cuando las condiciones crediticias vuelven a mejorar, es ahí cuando los inversionistas como nosotros nos apalancamos de lo que se llama el refinanciamiento. En esto podremos cambiar las condiciones de nuestro hipotecario, mejorando el dividendo, la tasa y el plazo, haciendo de la inversión algo más rentable aún.
No dejes pasar las oportunidades que surgen en situaciones como éstas. Al contrario, aprende a pensar y enfocarte en aprovechar estos momentos para mejorar tu situación financiera protegiendo tu dinero y armando tu patrimonio. Hay muchísima gente que quisiera poder acceder a esto y, hoy en día el beneficio lo tenemos solo unos pocos. Ahora depende de ti si quieres tomarlo o no.