Invertir es bueno, ¡de todas maneras! Y esto es algo que muchos saben. Pero, como siempre recomiendo, el primer paso es “invertir en aprender a invertir”.
Muchas veces las personas tienen un deseo de mejorar su situación financiera y buscan opciones de inversión en base a lo que vieron en la televisión, en las noticias, o leyeron en internet o también, algo que un amigo les dijo durante un asado. Esto puede generar un problema, porque estaremos yendo a poner nuestro dinero a ojos cerrados en algún negocio del cual no sabemos mucho. Por eso, el primer paso es invertir en el mejor Activo que tenemos: nuestra propia mente. Es decir, debemos dedicar un poco de tiempo, recursos y esfuerzo para educarnos financieramente. De esta forma, aumentamos nuestra inteligencia financiera para entender mejor cómo funciona el dinero y las inversiones, y nos encaminamos con pilares sólidos a una libertad financiera.
Mis recomendados
Por este motivo, mi recomendación es siempre buscar contenidos de valor, que enriquezcan tu conocimiento y perspectiva general sobre el mundo financiero. A continuación, te dejo una lista con algunos de mis recomendados.
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Padre Rico, Padre Pobre. Robert Kiyosaki
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El Cuadrante del Flujo del Dinero. Robert Kiyosaki
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Retírate Joven y Rico. Robert Kiyosaki
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Los Secretos de la Mente Millonaria. T. Harv Eker
Si es que nunca has leído estos libros o escuchado sobre sus autores, un excelente primer paso sería que mires el contenido que hemos preparado sobre Educación Financiera para que te introduzcas en el tema.
Otra forma bien interesante y entretenida de aprender a invertir es con el famoso juego de mesa “Cashflow”. A nosotros nos encanta, porque te permite pasar un tiempo agradable junto a tu familia o amigos, jugando y aprendiendo conceptos de inversión, rentabilidad, flujo de dinero, Activos, acciones, propiedades, etc. Así puedes practicar y cometer errores en un juego, que claramente es mucho mejor que equivocarte en la vida real.
Toma control de tus finanzas personales
Una vez que adquirimos conocimiento y nos sentimos un poco más empoderados, debemos comenzar a tomar control de nuestro estado financiero personal y de nuestro “cashflow”, que es nuestro flujo de caja. De esta forma puedes, por un lado, saber en qué áreas estás gastando más y controlar mejor esos gastos, ya sea en entretención, ropa, hogar, impuestos, etc. Y, por otro lado, puedes saber cuáles son tus fuentes de ingresos reales, ya sea de remuneraciones, inversiones, negocios, jubilaciones, etc. Con esto claro, puedes establecer el objetivo de mejorar este diferencial positivo o cashflow, lo que te dará solvencia económica para poder ahorrar e invertir.
Apóyate con asesoría experta
Tenemos diferentes tipos de inversiones en las cuales podemos investigar y profundizar. Están las acciones, los commodities, los negocios y están las propiedades que son terrenos, departamentos, estacionamientos, etc. Lo importante aquí es asesorarse por expertos en el área de inversión. Porque, a medida que aumentamos nuestra inteligencia financiera mediante la educación financiera, comprenderemos que no es buena idea invertir en negocios que no comprendemos con exactitud. Por eso, necesitamos la ayuda de asesores que sean expertos en la materia y tengan verdadera experiencia de éxitos reales y demostrables.
Preocúpate de tus “cubetas”
Ahora, una ilustración que me gusta mucho usar porque me parece muy didáctica para explicar la diversificación en inversión es la de las “cubetas”. El dinero que estamos recibiendo mensualmente mediante el cashflow, debemos depositarlo en diferentes cubetas, las cuales representan diferentes fondos con características y utilidades específicas.
La cubeta de la tranquilidad
Esta puede ser una cuenta de ahorro u otro instrumento financiero, en donde vamos a ir metiendo dinero que no vamos a tocar para que tengamos liquidez en caso de emergencia. Por ejemplo, si pierdo mi trabajo o se me cae una fuente de ingresos, esta cubeta debe ser capaz de cubrir 12 meses de mi costo de vida.
La cubeta de bajo riesgo
Este es el lugar en donde acumulo todo el ahorro e inversiones en proyectos de bajo riesgo. Por ejemplo, puedo juntar ahorro para invertir en una propiedad en donde sólo debo pagar el pie para luego dejar que el dividendo se pague solo con el ingreso de arriendo. Incluso, en algunos casos con la asesoría apropiada, puedo pagar ese pie en cuotas sin necesidad de un ahorro previo. Este sería un ejemplo de inversión de bajo riesgo.
La cubeta de alto riesgo
Similar a la cubeta anterior, pero en esta busco ahorrar o invertir en oportunidades de mayor riesgo. En este caso voy a arriesgar un poco más con la esperanza de obtener una mayor rentabilidad y retornos de inversión. Eso sí, es importante ser cuidadosos y tener en cuenta que existe un riesgo real, es decir, así como se puede ganar mucho también se puede perder mucho.
La cubeta de la contribución
Y por último, esta es una cubeta que poco enseñan. En esta podemos contribuir, pensando en la ley de la reciprocidad y el bien común, en donde podemos aportar económicamente a familiares, fundaciones de ayuda social, ONG ambientales, Bomberos, organizaciones religiosas, etcétera. De alguna forma, esta energía positiva y contribución voluntaria, volverán a nuestra vida de alguna manera.
Si nosotros aprendemos a crear y “blindar” estas cubetas, podremos ir rellenándolas para ir acercándonos cada vez más a nuestra libertad financiera.
Utiliza el OPM “Other People’s Money”
Una de las inversiones que nosotros como Activo Más siempre recomendamos para principiantes o personas que buscan llenar su cubeta de bajo riesgo, es justamente la inversión inmobiliaria. Porque dentro de todo el abanico de posibilidades de inversión que existen, esta es la más estable, segura, de bajo riesgo, con buena rentabilidad y aumenta su valor en el tiempo con la plusvalía. Pero lo más importante, es que pongo poco dinero de mi bolsillo para pagar el pie y todo el resto lo puedo conseguir mediante un apalancamiento financiero con un crédito. Esto es lo que los expertos llaman el OPM “Other People’s Money”, lo que traducido al español significa “dinero de otras personas”. Es decir, un inversionista con experiencia quiere utilizar poco dinero de su bolsillo y gran parte de OPM entregado por el crédito hipotecario de los bancos.
Finalmente, el llamado y el desafío es a hacer activos con nuestra educación y tomar decisiones que nos lleven a cumplir nuestros objetivos financieros. Estos consejos te pueden ayudar a dar tus primeros pasos, aunque sean pequeños, pero que poco a poco te acercarán a la tan anhelada libertad financiera.