Muchas personas comienzan sus vidas pensando de la “forma tradicional” en que todos hemos sido enseñados. Estudiar, sacar una carrera, conseguir un trabajo, ganar dinero para gastarlo en bienes de consumo y servicios para, finalmente, llegar a la jubilación. Este modelo es un círculo sin fin que, para muchos, se siente esclavizante y agobiante. Es así como, en búsqueda de la anhelada libertad financiera, muchos llegan a considerar las inversiones inmobiliarias debido a sus múltiples beneficios. En este artículo, nuestra querida Asesora Senior Paola Vicuña, nos cuenta cómo pasar de ser empleado a inversionista inmobiliario.
Los “ingresos pasivos” y la libertad financiera
Las personas que invierten en propiedades a través del apalancamiento bancario logran rentabilizar sus ahorros (capital) principalmente con el objetivo de obtener patrimonio, bienes heredables y/o mejorar la jubilación. Pero son pocos los que saben que este Activo de inversión (las propiedades) también puede generar un atractivo flujo de dinero a partir del delta, entre el valor de arriendo v/s dividendo. A esta diferencia nosotros la llamamos “ingreso pasivo” ¿Y por qué pasivo? Porque no requiere de tu tiempo ni esfuerzo para generarse. En palabras del mismo Robert Kiyosaky, en su libro “El cuadrante del flujo de dinero”, el ingreso pasivo o cash-flow responde a que “los inversionistas ganan dinero con el dinero” y, en este caso, dinero que pidieron al banco.
Objetivos claros y planificación estratégica
Muchos de los clientes que se han asesorado con nosotros han logrado comprender el punto anterior. Este es uno de los principales objetivos en la inversión inmobiliaria, porque los acerca a la libertad financiera hoy, y no sólo en 30 años más cuando vivan de las rentas.
Ahora bien, ¿de qué manera un empleado dependiente logra convertirse en un inversionista y acercarse cada día más a la libertad financiera? Ciertamente, es a través de una planificación estratégica en la adquisición de Activos que le permitan generar los suficientes ingresos para pagar sus Pasivos. Estos son: el costo de vida, tus compromisos financieros y hasta esos caprichos que te das cuando, por ejemplo, te compras el último celular que salió al mercado.
El cuadrante del flujo del dinero
Me detendré un momento para explicar El Cuadrante del Flujo de Dinero del que nos habla Robert Kiyosaki en su libro. En este cuadrante se catalogan los 4 diferentes tipos de personas según de dónde provienen sus ingresos. Esto les ayudará a determinar en qué lugar del cuadrante se encuentra hoy, fijar una meta y planificar la ruta que lo lleve a ese futuro de libertad financiera.
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Empleado: Desde el Gerente General de una compañía hasta la persona que hace la limpieza, están bajo las órdenes de un jefe, contratados por una empresa y cumplen un horario. A estas personas las mueve la búsqueda de seguridad por sobre todo y esperan un salario estable o beneficios como recompensa a su trabajo. Aquí se encuentran la mayoría de las personas.
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Auto empleado: Aquí se encuentran, principalmente, profesionales independientes como abogados, contadores, dentistas o dueños de pyme, emprendedores y comisionistas. Buscan independencia y están dispuestos a trabajar duro para no depender de un jefe. Finalmente son dueños de un empleo, primero pagan sus gastos fijos y de último se pagan ellos mismos. La gran desventaja es que si no trabajan, simplemente no ganan.
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Dueño de un negocio: En este cuadrante se encuentran las personas que crean un negocio con un sistema que funcione sin que ellos, necesariamente, estén presentes. Contratan personas que trabajen para ellos, se pueden ir de vacaciones y, al retomar, pueden encontrar que su negocio haya crecido. Por ej: Grandes tiendas, cadenas de comida rápida o los famosos negocios de Multinivel.
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Inversionistas: Finalmente están las personas que asumen el riesgo de las inversiones. Ellos ganan dinero con su dinero. No tienen que trabajar, sino que el dinero trabaja para ellos. Generan “ingresos pasivos” que les permite irse de vacaciones y seguir aumentando su riqueza. En este cuadrante podemos encontrar al inversionista inmobiliario que tiene negocios en bienes raíces, ya que sabe lo valioso que es el suelo en una población que aumenta de forma exponencial.
Analicemos el siguiente caso
Fernanda, Ingeniera de 26 años, es Product Manager en un retail y gana una renta de $1.3 M. Vive con sus padres, por lo que tiene una alta capacidad de ahorro y decide invertir en su futuro, preocupada principalmente por su jubilación. Ha visto que sus abuelos, a pesar de haber trabajado toda su vida, dependen de manera importante de sus hijos para sobrevivir económicamente ya que la pensión es muy baja. Por otro lado, también la mueve su sueño de crear una empresa de ropa reciclada a futuro.
En 2015 Fernanda buscó asesoría y se convirtió en inversionista inmobiliario comprando sus primeros 2 departamentos. Ella compró “en verde” y pagó el pie en cuotas mientras se construía el proyecto. En el 2016 se los entregan y, acompañada por su asesor, consigue buenas tasas en los créditos, los pone en arriendo y el ingreso pasivo por cada uno de los departamentos es de $55.000 pesos. De esta manera, Fernanda, además de haber obtenido patrimonio, generó un ingreso pasivo mensual de $110.000 que le permite pagar la bencina y el Tag de su auto, el cual necesita para trasladarse a su lugar de trabajo.
En 2018, Fernanda obtiene un aumento de sueldo en su trabajo y buscó asesoría de Activo Más, expertos en inversión inmobiliaria. Así, decide embarcarse en la compra de otros 3 departamentos con entrega en el 2019. Los recibe, se arriendan y esta vez el ingreso pasivo entre los 3 departamentos es de $230.000 mensuales.
A esta altura, Fernanda recibe $340.000 mensuales como ingresos pasivos, con los que decide independizarse y arrendar un departamento que paga en gran parte con el dinero que le generan sus inversiones. Este departamento que arrienda cuenta con una bodega amplia que le da espacio para comenzar su negocio de ropa reciclada.
En 2020, el asesor de Activo Más de Fernanda, le aconsejó refinanciar uno de los primeros departamentos que compró, que había generado alta plusvalía. Tras la operación, ella obtuvo la liquidez suficiente para adquirir 2 nuevos departamentos con entrega inmediata, gracias a que se le mostró una gran oportunidad de inversión poniendo muy poco pie. Con esta última inversión, Fernanda aumentó su patrimonio a casi un millón de dólares y duplicó su ingreso pasivo.
En el 2021, Fernanda es dueña de 7 departamentos de inversión que se arriendan, se pagan solos y le generan un ingreso mensual cercano a los $700.000 pesos. Además, negoció con la empresa retail y ahora trabaja freelance, así tiene tiempo para dedicarse a su negocio de ropa reciclada que ya está puesto en marcha.
¡Sé un inversionista inmobiliario hoy!
Este es un caso basado en historias reales de clientes que han llegado a nuestras puertas buscando asesoría para convertirse en inversionistas inmobiliarios. Así, podemos ver lo que se puede conseguir con una buena planificación estratégica de inversión y la asesoría profesional correcta. Nuestra invitación es a seguir los pasos de Fernanda y muchos otros clientes felices que han llegado a nuestras puertas. Así como ella, son muchos los que comenzaron de a poco. Sólo necesitas dar el paso, estar sujeto a crédito y tener capacidad de ahorro para comenzar a invertir, para ganar libertad de tiempo, de acción y, claramente, libertad financiera.